10-12-2018

River es de América y América es de River

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La locura de los hinchas del Campeón de América en América. │ Fotos: Martina Olmos

Era una final destinada a trascender los tiempos desde antes de jugarse; más aún, desde antes de que los oponentes hubiesen accedido a la instancia definitoria. La final del mundo. La final de finales. La superfinal. Se sabía que la gloria sería para uno. Que los festejos y las postales serían para uno. Pero también, que se multiplicarían en cada rincón del país y del mundo. Y así fue. River se quedó con la gloria eterna. River es de América su campeón. Y esa foto, que quedará viva mientras exista el fútbol, tuvo su versión en el pago chico. América es de River porque no habrá otra celebración igual.

La final trascendió los tiempos también porque entre la ida y la vuelta pasó casi un mes. Denuncias, escritorio, negativa a jugar, más escritorio. Hubo de todo. River perdió su localía. Boca consiguió sacar al Millonario de su casa, donde ganó todas las finales de Copa Libertadores que definió allí; y también logró llevar público al partido de vuelta cuando River no lo pudo hacer en la Bombonera. Para colmo, el Millo ya había perdido a su técnico por sanción de la Conmebol. Pero, la mano del Muñeco Gallardo estuvo igualmente.

La final de todos los tiempos no podía durar 90 minutos. Hubo alargue. Sobre el final del segundo tiempo de 15’ River estaba en ventaja 2 a 1. Benedetto había abierto la cuenta, Prattó empató y Quintero sacó ventaja. Pero Boca metía centros en el área de Armani que hasta Andrada iba a buscar. Pero no. La suerte estaba echada. En la última jugada, una corrida del “Pity” Martínez, colocó a estos jugadores y cuerpo técnico en una dimensión desconocida hasta hoy en la historia del fútbol.

La pelota recorría el trayecto seguro a la red y ya empezaban los festejos en el césped. Era sentencia. Seguía en el banco. De Madrid a Buenos Aires. En cada hogar riverplatense se desató la locura. Esa misma que este River de América hizo explotar en la Plaza Colón de América y alrededores. Hasta la Municipalidad quedó teñida de rojo y blanco. Como quedó teñida la historia de esta final del final de los tiempos.