27-04-2020

La controvertida trama de cómo el facón de Zanjamora acabó en el galpón de La Comunitaria

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La noticia del fin de semana fue sin dudas el robo al Museo Histórico de Rivadavia. Y dentro de ese hecho delictivo cautivó la atención de la comunidad la sustracción del facón que perteneció legendario gaucho Marcos Tolosa, conocido como Zanjamora. Con el correr de las horas, el cuchillo fue entregado a la Policía por una mujer que habita el galpón donde funciona la Cooperativa La Comunitaria. Este suceso repercutió en todos los ámbitos de la ciudad. Pero, ¿cómo acabó en ese sitio?

De acuerdo a informaciones que se filtraron de la investigación los imputados por el robo habrían intentado ingresar a través de un boquete en la parte trasera del Museo. Como no pudieron, rompieron la puerta para poder entrar al lugar.

Al día siguiente, funcionarios municipales corrobarorn la falta de dos facones (uno era el de Zanjamora) y una guitarra. Cristian Hartvig, empleado del Museo; y Magalí Pérez, secretaria de Gobierno, radicaron la denuncia en la Comisaría de América.

La pesquisa policial llevó a los investigadores hasta uno de los ahora imputados, cuyas iniciales corresponden a J.O. Ante la autoridad policial admitió lo sucedido. Y agregó que le había entregado el facón de Zanajamora a su exmujer, quien habita provisoriamente en el galpón de la La Comunitaria.

Desde la cooperativa cultural añaden matices a la trama. Reconocen que el facón estaba en el galpón. “Este joven, que es empleado municipal, en algunas ocasiones asistía a visitar a su hijo, de la misma forma que lo hacía su suegra”, explicaron. “Entró en La Comunitaria por la mañana, al día siguiente del hecho delictivo (robo en el Museo Histórico) y dejó en nuestra institución el facón robado y se fue”, explicaron. A la vez se preguntan: “¿Con qué intención hizo esto de dejar el objeto en nuestra institución? ¿Cuál fue la intención de robar un objeto que no tiene valor económico, pero sí valor histórico y cultural?”.

Tanto fuentes municipales, como policiales, como de La Comunitaria coinciden en que la joven -que habita el galpón por una situación de “emergencia habitacional”- entregó el facón inmediatamente a requerimiento de la Policía. Es decir, nadie en ningún momento se cargó responsabilidad alguna sobre ella. De hecho, hasta donde se pudo averiguar no hay imputación.

Posteriormente, desde La Comunitaria explicaron: “Al realizar una denuncia en la Comisaría de la Mujer y pedir una perimetral, nos enteramos que el joven que efectuó el delito ya tenía una perimetral vigente y que no podía violar la perimetral, hecho que desconocíamos”. Se desconoce el motivo de la denuncia porque no especificaron si existió alguna agresión a la joven, lo que haría ameritar la mencionada denunica.

“Al comprobar que la situación era muy delicada, que peligraba la integridad física de la joven y sus hijos ante la falta de acción policial solicitamos a la Coordinadora de Políticas en Territorio, María Emilia de la Iglesia, que denuncie formalmente el caso y ponga en aviso al Ministerio de la Mujer de la Provincia de Buenos Aires”, expresaron desde La Comunitaria en un comunicado.

A pesar de todas estas gestiones, al otro día volvieron a encontrar al joven en el baño del galpón, según el texto difundido por la cooperativa. Pero aquí las versiones se diferencian. Ya no entre fuentes municipales, policiales y de La Comunitaria. Aparece otra voz en esta trama: la madre del joven imputado por el robo del facón, Jorgelina Stutz.

En una publicación de Facebook, lamenta los hechos y los da por ciertos, en cuanto al cuchillo. Los achaca a problemas de adicciones del joven. Y a la vez lanza durísimas acusaciones contra la dirigencia de La Comunitaria. Hasta llegó a manifestar que la joven no estaba en el galpón por decisión propia. “Yo defiendo mi sangre, mi familia no se toca”, expresó. A la vez que acusó a la funcionaria provincial María Emilia de la Iglesia: “sicopateó a mi nuera”.

No fue la única acusación que generó esta historia del facón de Zanjamora. Desde La Comunitaria acusaron al periodista Ricardo Novo de tener “intencionalidad” al informar sobre el robo. Y además le endilgaron querer ocultar el trasfondo de “violencia de género” y “emergencia habitacional” que alegaron desde la cooperativa. “Su título es tendencioso y muy triste”, señalaron. Cabe aclarar que al momento que el medio colega Masternews informó del robo no había salido aún el comunicado de La Comunitaria.

El exdiputado Sergio Buil salió en defensa de Novo. “Los encargados de la comunicación de La Comunitaria en vez de disculparse con los rivadavienses por estar involucrados otra vez con una situación como mínimo negativa, atacan al medio de comunicación que informa, desvirtuando lo que éste expresa en su nota”, expresó el también exintendente.

“Y ante esto mi amargura vuelve a surgir, porque no acepto sus aprietes, su autoritarismo, su impunidad, ni sus desvalores que van en contra de una comunidad que busca de manera continua superarse y desarrollarse bajo principios sólidos”, continuó Buil. “Expreso mi total solidaridad con el periodista Ricardo Novo y repudio la acción contra la libre expresión de La Comunitaria”.

En La Comunitaria no se quedaron callados y recogieron el guante. “¿Cómo puede haber tanta maldad en las declaraciones del ex diputado Sergio Buil? Quizás oculten otras intenciones”, lanzaron.

El propio Novo salió a decir lo suyo calificando los comentarios sobre su trabajo de “falacia y muestra de autoritarismo de quien maneja las redes sociales de La Comunitaria”. Explicó que, a su entender, los temas de violencia de género “se deben tratar en los ámbitos que corresponden y no sacarlos a la luz en un medio de comunicación para dejar expuestos a una madre y sus hijos, cosa que sí hicieron desde La Comunitaria que con tal de salvar su propio pellejo son capaces de crucificar a su madre”.

El director de Masternews aseguró que no por ello va “a dejar de decir la verdad y graficar la noticia tal cual sucedió”. “Nos fue contada por fuentes confiables, que como todos saben no tenemos por qué dar a conocer, porque si algo tiene el periodismo como premisa fundamental además de ir siempre por el camino de la verdad es no dar a conocer sus fuentes y protegerlas”, fundamentó.

Niega no haber atendido a La Comunitaria. De hecho, aseguró haber hablado con un referente al que identificó como Manuel Martino. “Más que un llamado me dejó la sensación de ser una comunicación de "apriete" para que cambie el título y el tenor de la nota en cuestión sin nombrar a La Comunitaria”, disparó el periodista.

Como se puede ver, la trama del facón está salpicada por explicaciones muy diversas, dependiendo de dónde provengan. Surgen declaraciones y acusaciones. Es tiempo de que ahora actúe la Justicia, que ponga los hechos en claro, y resuelva en consecuencia. Humildemente se intentó llevar claridad a un hecho que parecía sólo de interés policial y acabó retumbando a nivel político, social y mediático.