15-01-2022

Rivadavia lamenta el fallecimiento de “Petete” Milani, emblema de la política y la participación ciudadana

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Elizabeth "Petete" Marchelli de Milani. │ Foto: Adriana Beiersdorf.

Este sábado falleció Elizabeth Marchelli de Milani. “Petete”, como la conocía todo el mundo, deja sin lugar a dudas un vacío permanente en la vida comunitaria y política de Rivadavia.

Militante, docente, política. Muchas facetas, muchos roles en una sola vida, además de las responsabilidades familiares. Nunca esquivó el compromiso, la participación o el trabajo. Por ello, aparecen tantos recuerdos diferentes.

Algunos la recordarán como profesora de Matemática. Otros, como candidata a intendente, allá por 1995, cuando era muy raro ver a una mujer postulándose a un cargo de esa envergadura; y mucho más en el interior. “Desde ese lejano 1995 hasta hoy Petete fue (y es) un faro, un norte de cómo hay que hacer las cosas en la función pública”, la recuerda Jorge Pablo Rosolen,  ex presidente del HCD.

Otros la tienen presente por su trabajo en la Asociación de Bomberos Voluntarios o en la Cooperativa Eléctrica de Rivadavia. También se recordará su compromiso con el Club Atlético Rivadavia, LLipolcc y el Instituto América, en tantas instituciones del  distrito en donde brindó desinteresadamente su tiempo y esfuerzo. En el “Albi” fue la primera mujer en estar a cargo de la Secretaría.

Hace poco más de un mes el ex intendente Sergio Buil le dedicó unas palabras que fueron tan aplaudidas como compartidas. “Yo aprendí que la política tiene valores y principios porque me lo enseñó Petete Milani”, manifestaba el también ex diputado nacional. También destacó que “Petete” trabajó para el Municipio y para todos los rivadavienses más que nadie a pesar de no tener cargo, “yendo todos los días ad honorem”.

En la misma oportunidad, el intendente Javier Reynoso bromeaba con que Buil no había tenido el “manual del intendente bonaerense”, cuando inició su primer mandato. Pero aclaró que tuvo “el libro gordo de Petete”. Esas páginas existen, aunque no estén escritas. Porque el ejemplo que dejan las acciones perdura en el tiempo, e invita quienes vienen detrás a transitar por un mismo camino.